No mezcles nunca los negocios con el placer
El rico y atractivo Alex Fitzgerald contrató a Merrow O’Connell por sus habilidades como diseñadora de interiores, pero poco después decidió romper su norma más importante y llevarse a aquella belleza irlandesa a la cama. ¡Era la amante perfecta! Merrow no quería discutir con su jefe, pero estaba acostumbrada a su libertad y no buscaba una relación. ¿Qué haría cuando el rico multimillonario deseara repentinamente que quería ser algo más que su amante?