Los dos estaban solos, pero debían luchar contra la atracción que había surgido de pronto entre ellos…
Hacía casi veinte años, James Paladin había accedido a donar esperma para la mujer desu mejor amigo... Pero había puesto tres condiciones:
1. Caryn Brenley nunca sabría quién era realmente el padre de su hijo.
2. Él jamás se pondría en contacto con su hijo.
3. Cuando el muchacho cumpliera los dieciocho años, saldrían a la luz todos los secretos. Ahora que Caryn acababa de quedarse viuda, había descubierto la increíble verdad. Y el duro investigador privado podría reclamar lo que era suyo…